jueves, 3 de enero de 2008

Noches de fusión

Te has sentado frente a mí, la seda de tu vestido marca los contornos de tu cuerpo, en el frío de esta noche de invierno, fantasmas de neblina se acercan a los vidrios de mis ventanas. Si me das algo de escocés en las rocas te voy a preparar algo especial. Lentamente pasas de la mesa al sofá y llenas a medias un vaso pero antes de dármelo exiges que te diga lo que voy a cocinar esta noche. Esa sonrisa en tus labios me atonta, sabes que puedes obtener lo que quieras de mí.
Querida, te diré como en un cuento; que todo empezó una noche en San Francisco, el viento soplaba sobre las costas de California, llevándose los últimos acordes de los 80´s, mientras los tranvías rojos trepaban incesantes las colinas chirriando sus rieles de acero y tañendo sus campanas de bronce. En las cocinas de un apartado bistró, un joven sous-chef, se esforzaba por convencer a su jefe, que no era herejía añadirle jugo de ostras y lemon grass a la salsa de vino tinto para acompañar un filet mignon.
El chef lo mira desde lo alto, implacable le arranca la sartén de las manos y le conmina a salir de la cocina. – lo has olvidado todo, dice, ¡no hay acordes ni armonía, es comida de barrio chino mezclada con técnicas francesas, no es nada! Norman Van Acken, salió y mientras se quitaba el delantal y lo arrojaba en el basurero junto a la puerta de servicio, juraba que no solo iba a poner todos los malditos condimentos chinos y latinoamericanos; sino que les iban a gustar.
En Chicago, alguien más sentía tras de si los pasos del animal furioso. Persistía en crear menúes a escondidas, en donde no importaba tanto la cantidad cuanto la arquitectura en el plato, de inspiración japonesa. Y siempre insistiendo en los cuatro puntos esenciales de los maestros Zen para lograr la esencia de los sentidos: armonía, respeto, pureza y tranquilidad.Charlie Trotter, esperaba que alguien más entienda su evolución personal. Y no pensaba transar en su arte; pero como la necesidad tiene cara de perro empezó a hacer lomo Wellington y canard a l`orange con tres salsas y cuatro guarniciones y a sentirse miserable.Afortunadamente vinieron los yuppies, con mucho dinero fresco y ganas de probarlo todo, por lo menos una vez, para empezar el auge de este estilo culinario que combina perfectamente los ingredientes del mundo entero cocidos con las técnicas clásicas de la gastronomía.
Maridajes perfectos de aromas y colores presentados en forma minimalista, siempre evaluando las formas, las texturas y las alturas, haciéndolo bello y provocativo. Solomillo de ternera y ostras del pacifico gratinados en su concha con queso de cabra y salsa de nori.
En estricto sentido, no es una novedad. Y nunca mejor dicho que Salomón; “no hay nada nuevo bajo el sol”. De hecho todos los estilos, en algún momento, nacieron de la fusión entre otras formas de cocinar. Puliéndose con el tiempo, hasta lograr un sabor que podemos identificar inmediatamente con los paisajes, los rostros y los caracteres. Porque, ¿que seria de la comida italiana sin el tomate? Y ¿donde no está el maíz?¿Como estaría un guiso provenzal sin fréjoles blancos?
Vanguardia y pasión; la fusión es la madre de otros estilos, como la cocina Novo Andina, en donde los mismos ingredientes, nuestras raíces, nuestros frutos, entran en el plato vestidos con traje de noche y gala de fiesta cosmopolita.Poesía de vida, la Nueva Cocina Latina, con algarabías de langostinos y chiles picantes. Pescados en salsas de caña de azúcar, furibunda y feliz, como los triunfos de la piel de las razas del sur. Y hasta la una vez bella New Orleáns nos ha entregado su mejores mezclas, madura cortesana negra oliendo a blues y creole, con sus pollos en salsas de marisco y bourbon, como francesa enloquecida por un amor mestizo
Te ves fatigada sobre el sofá, es demasiada teoría. El escote de tu vestido me deja ver tu pálida piel, así que dejo de contarte las delicias del sashimi de pulpo cubierto con pasta de cangrejo y almendras bañado con coulis de pimientos verdes. Creo que voy a dejar los sartenes por esta noche… solo por esta noche y me acercaré a tu cuello que huele a vainilla y piel de naranja, acerco mi vaso de escocés y unas gotas de destilado de malta resbalan por tu espalda, si me permites quitarme la camisa podría contarte de otras noches, otras fusiones, mestizajes mas pecaminosos y placenteros. A lo lejos INXS, fatiga por enésima vez …black boy, white girl.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MOOI!

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Carlos Fuentes

Carlos Fuentes
Chef ejecutivo, hizo sus estudios en Francia. Ha trabajado en Europa, en Estados Unidos, Panamá y Ecuador.